Antes de que ella llegue lo primero que la presenta es su perfume, luego una visual, sexy, ropa ajustada, altiva y segura, por lo menos eso parece. ¿Podrías creer que una mujer así fuera una pelota? ¡Ya va! ¿Una pelota?, pues si, no todas claro está, solo una cuantas que no quieren ser las gatas.
¿Te has dado cuenta cómo juegan los gatos con su pelota?, ellos tienen instinto de cazar o perseguir lo que se mueve, lo que esta estático les da fastidio dejan de perseguirlo, ya no representa algo atractivo. Los hombres gatos necesitan que sus pelotas sean atractivas, la pelota lo sabe, por eso se viste, se pone mucho perfume, usa un tacón 15 sin importar los cayos que salgan. Y luego, a rebotar se ha dicho. Rebotan para entretenerse, el gato lo sabe y este juego sigue hasta que el gato ve otra pelota que rebote más, es inevitable. Hasta que llega una gata, cuando no hay pelota que valga: la gata sabe lo que ella es, si él se va, sabe que nada le faltara, es gata y hay muchos otros gatos en el vecindario. Está segura de sí. La gata puede usar perfume, es sexy, pero no rebota para entretener. Primero muerta que ser pelota. ¿Cuántas veces te has visto en esta situación? Detente, no rebotes, cerciórate de que el verdadero atractivo sea tú. No rebotes por el escote, ni rebotes por el perfume. Quienes hacen de pelota rebotan porque no saben lo que son, porque no han reconocido su poder y su belleza. El gato se puede ir, de hecho es su naturaleza y la pelota se queda así, estática hasta que venga otro gato a hacerla rebotar. La decisión es sencilla, llevarlo a cabo requiere madurez, conocimiento de ti misma y voluntad.
MOMENTOS CON EL ANGEL GABRIEL.
19/10/2008 DOMINICAL PAG 51
¿Te has dado cuenta cómo juegan los gatos con su pelota?, ellos tienen instinto de cazar o perseguir lo que se mueve, lo que esta estático les da fastidio dejan de perseguirlo, ya no representa algo atractivo. Los hombres gatos necesitan que sus pelotas sean atractivas, la pelota lo sabe, por eso se viste, se pone mucho perfume, usa un tacón 15 sin importar los cayos que salgan. Y luego, a rebotar se ha dicho. Rebotan para entretenerse, el gato lo sabe y este juego sigue hasta que el gato ve otra pelota que rebote más, es inevitable. Hasta que llega una gata, cuando no hay pelota que valga: la gata sabe lo que ella es, si él se va, sabe que nada le faltara, es gata y hay muchos otros gatos en el vecindario. Está segura de sí. La gata puede usar perfume, es sexy, pero no rebota para entretener. Primero muerta que ser pelota. ¿Cuántas veces te has visto en esta situación? Detente, no rebotes, cerciórate de que el verdadero atractivo sea tú. No rebotes por el escote, ni rebotes por el perfume. Quienes hacen de pelota rebotan porque no saben lo que son, porque no han reconocido su poder y su belleza. El gato se puede ir, de hecho es su naturaleza y la pelota se queda así, estática hasta que venga otro gato a hacerla rebotar. La decisión es sencilla, llevarlo a cabo requiere madurez, conocimiento de ti misma y voluntad.
MOMENTOS CON EL ANGEL GABRIEL.
19/10/2008 DOMINICAL PAG 51
UNA BUENA LECTURA!
